sábado, 5 de diciembre de 2009

Capitulo 1-El despertar de una idea

La música, los sonidos, ritmos, melodías hechas desde lo mas profundo del alma, vibraciones que mueven al ser desde lo mas profundo, la conexión con lo divino, el éxtasis del cuerpo y de la mente, todos estos conceptos rondaban en la cabeza de Hernán mientras intentaba encontrar con sabia paciencia un desenlace para una de sus obras, esta en particular lo tenia muy inmiscuido en el tema, le venia sonando en la cabeza desde hacia unos días, el sabia que debía escuchar a su intuición, serle fiel a esa melodía y esas pocas palabras que lo desvelaban cada noche. Sabía que no podía apurarlo a la suerte, tenia una corazonada, y de esas que cada artista tiene en contadas ocasiones, tenia que ser perfecta, tenia que brillar, tenia que darle el sentimiento que merecía. Pero la tarea se estaba volviendo difícil, por más fácil que parecía la idea no terminaba por cerrarle, algo no encuadraba, no lo convencía. Sentado en la casa rodante, los auriculares en el regazo, la PC con protector de pantalla, la criolla en el costado, y, su fiel compañero, detrás de la puerta, quien resoplaba con una paciencia que no podría ser humana. Su cuerpo estaba cansado, había sido una larga jornada, los ojos querían entrecerrarse, pero el, sabiendo conocerse, no dejaría en vano las horas de trabajo, tenia que encontrar eso que le faltaba. Una brisa acariciaba su nuca mientras despacio su cuerpo se rendía al sueño, casi sin poder contenerse, con las fuerzas rendidas, dio lugar a una ultima y leve exclamación antes de rendirse: -ten piedad- y cerro lentamente los ojos. De repente, lo despertó la puerta del trailer golpeando contra el marco, seguido del estridente ladrido de su fiel amigo, despertó de la somnolencia a medio transpirar y levemente agitado, la cabeza le zumbaba sin razón aparente y un gusto metálico en la boca lo hizo salir a escupir, no entendía muy bien que era lo que le pasaba, se relajo unos segundos y volvió a la fijarse en la pantalla, agarro el Mouse, prendió el amplificador, saco la Gibson del estuche, afino de oído, y tímidamente empezaron a asomarse las pautas para un riff, al cual le siguió un boceto de solo muy arriesgado, si, sonaba...coincidía, si! eso era, en esa escala, las melodías lo guiaban a el, el sentimiento era el máximo, eran las notas, el ritmo, era eso que estaba buscando. Esa noche, sin saberlo el, comenzaba la primer piedra en el camino de la banda que tanto había buscado, aun sin darse cuenta el, sin darse cuenta los demás, una encrucijada le dio una nueva oportunidad.




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