sábado, 5 de diciembre de 2009

Capitulo 2-La solidez de un compromiso

Matias descansaba de una tarde de ensayo, el bajo descansaba también a su lado aun encendido, unos loops arriesgados sonaban todavía en su cabeza, pero estos eran como ya dije muy arriesgados, la digitación de sus dedos era buena, pero las notas sin razón se le escapaban de tiempo, había intentado varias veces y por fin decidió dar descanso a su mano izquierda, estiro la mano hacia atrás buscando algo que también lo entretuvo esa tarde, era la letra de una canción que no había podido terminar o en mejor caso darle una solidez necesaria, le fallaba el estribillo, no era suficientemente pegadizo, decidió dejar de lado la idea y agarro su ejemplar de ``Cain´´, busco la pagina mientras reproducía también una canción de dream theater, retomo su lectura en una frase que le había sonado extrañamente familiar, ``Ten piedad´´. Intrigado por el sentimiento dejo su libro al costado de la cama mientras seguía sonando dream a medio volumen, reflexiono unos momentos en la frase tratando de recordar donde la había escuchado, por que le sonaba tan familiar? Una idea surgió de su cabeza, los antiguos cantos cristianos, Bach, Vivaldi, esos que había escuchado y le genero una duda, Que eran esa palabra que siempre culminaban sus obras? - Eleison-, Lo repitió suavemente sin apenas mover los labios, se recostó despacio, la música seguía sonando en un solo de bajo que lo inspiro a levantar el suyo, coloco las manos sobre el instrumento de 4 cuerdas, respiro unos momentos, y las melodías antiguamente truncadas salían ahora con la solidez digna un buen bajista, llegando una décima de segundo antes, anticipando los sonidos, soportando el peso de una estructura y dando la calidez de un sonido firme. Sin darse cuenta una leve transpiración le recorrió la espina y el rostro, un sabor metálico le inundo la boca y lo hizo dejar su ibanez a un lado de la cama, se sintió ansioso, noto que la música ya no sonaba, era raro, mostraba que el disco ya había terminado, era raro, no le pareció que pasaran no mas de quince minutos cuando lo encendió. Se levanto y fue a escupir al baño, al volver a la habitación diviso su teléfono, miro la hora, les había dicho a Hernán y a Edu que iba a pasar a eso de las 7, ya eran las ocho menos cuarto, llegaría tarde, tenia que mostrarles unas ideas que había estado sacando, se lavo la cara, agarro el bajo y salio apurado. Otra idea empezaba a surgir mientras estacionaba en la puerta de Hernán, quizás...si Bach hubiera conocido el bajo... no importaba, sentía una energía distinta, unas ganas que antes no encontraba, su alma se había encendido esa tarde, sentía que a partir de ahora no habrían mas obstáculos en su canción.

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