sábado, 5 de diciembre de 2009

Capitulo 3-Vivir el mundo en cada golpe

Edu miraba su televisión recostado en su sillón, los brazos le pesaban, había practicado bastante esta vez. Las cuerdas se sentian en sus dedos todavía. Le gustaba esforzarse al máximo, dar todo en cada ensayo, tocar con sentimiento, que los acordes de la guitarra se sientan en las venas y la pua sea el latir de su corazón. El zapping lo aburrió y decidió dejar el noticiero para ver la hora, se levanto y fue hacia la heladera a buscar una cerveza bien fría, hacia calor y la tarde pegaba con un sol que asomaba amenazante desde la ventana y le sugería tomarse un merecido descanso, volvió a sentarse mientras bebía despacio, se relajo nuevamente e intento despejar su cuerpo y en especial sus oídos, los cuales sentían todavía el sonido frenético del equipo. Presto atención al televisor, una ola de inseguridad era la noticia central de un noticiero que últimamente se valía de penas y sangre para rellenar sus espacios. Dos muertos en un tiroteo, una niña herida de un balazo, un asalto, secuestros, etc, etc. Se sintió abrumado por lo que veía, la calidez del sol, su energía al tocar, su pasión por la guitarra, todo esto parecía no alcanzar en una balanza que empataba con un mundo tan lleno de problemas y gente a la cual estos problemas no son el mundo. Apago la tele y miro la guitarra en una esquina, pensó en eso, en su vida, su música, su elemento. Con la guitarra en sus manos todos los problemas desaparecen, todas las penas se hacen más insignificantes con cada nota, ese mundo si era seguro, si lo llenaba de vida, era su complemento, la llave que daba funcionamiento a una maquina de sonido e ilusiones. Volvió a agarrar la guitarra, apoyo la cerveza a un costado y acaricio el mastil. Mientras pensaba en ese otro mundo, el de afuera, ese que nadie puede controlar, un pensamiento se apuro en su cabeza, ``Ten piedad´´, era mas que un pensamiento, mas que una plegaria, mas que una suplica, mas que un deseo, sus palabras eran necesidad en el, en todos. Mientras se abstraía sintió que sudaba de repente y sin razón aparente, mientras una brisa le acariciaba la nuca se apuro a tomar el vaso, pero al tomar, sintió en la cerveza un gusto metálico que lo hizo escupir en el suelo, se sintió desconcertado, levemente mareado, sin querer presiono el pedal de distorsion, al sonido de este le siguió el de su celular que sonaba con un ringtone estridente, decía el mensaje:- hay ensayo, venite. Una sonriso le movió los labios, de repente sin darse cuenta, noto una energía renovada, sus brazos ya no pesaban, su cuerpo parecía descansado y relajado, pensó en el mensaje, ese era su mundo, esa era su pasión, ten piedad de aquellos que no lo conozcan, guardo la viola, termino la cerveza de un trago y salio a la calle sintiendo que ese día, no su plegaria, no su suplica, ni su necesidad de un cambio, sino aquello que siempre lo acompaño, que siempre lo supo llevar de la mano de sus sentimientos, hoy era distinto. De ahora en mas no mostraría su talento, sino que lo que escucharían todos cuando toque serian sus emociones, su pasión... su mundo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario